algunos recuerdos de casa de mi abuela

Recuerdo que siempre ibamos los viernes a comer y era en realidad era muy padre pues era estar con los primos, jugar futbol (casi siempre la hacía de portero) donde siempre se volaban las pelotas e incluso una vez se quedo clavada en la lampara del patio, igualmente jugabamos a policías y ladrones, escondidillas, etc.... Me encantaba sentarnos en la mesa de comedor y hacerme unos tacos (todos lo hacíamos) de guacamole que ponían en la mesa. Los niños nos sentabamos en el fondo y los grandes en el otro lado. Recuerdo cuando hicimos el "club" (no recuerdo si tenía nombre como tal) pero en el cuarto del fondo que creo que era de José Antonio, lo decoramos con posters, Luis y yo compramos uno de un coche, me acuerdo que los Ibarrondo compraron uno del Toro Valenzuela, y hasta me parece que hicimos credenciales. Tambien me acuerdo que en ese mismo cuarto de JA vandalizamos una comoda y encontramos unas pornos, de lo cual evidentemente nos cacharon. Recuerdo tambien que jugabamos en la azotea, en las "jaulas" que había de lavado, tambien del miedo que nos daba ir al "sotano" pues era realmente obscuro y humedo, por supuesto que estaba tambien asaltar la alacena (alguna vez Manuel y Japi se empedaron con anís), alguna vez también organizamos una guerra de hielazos, En casa de Teté me encantaba arrancarle las hojas a los helechos, cosa que nunca entendí porque molestaba a mi abuela. En la casa de mi abuela un 6 de enero me corte seriamente mi muñeca izquierda al chocar en patines con una puerta de vidrio y muchos muchos muchos años despues me rompi el hueso calcaneo (talón) al caerme del tapanco (no fuí el primero en caerme, creo que el primero fue Manuel). Me gustaba en casa de Teté urgar por los rincones, respirar esos olores viejos, extraños.... ver fotografías viejas e imaginarme como sería vivir en aquellas epocas.... Entrar en el despacho y ver los premios de mi abuelo, esos diplomas que me llenaban de orgullo y de historia, ver los libros y ver aquellos "tomos" secretos que se abrian "magicamente" para encontrar una mini cantina que nunca supe donde quedó. Caminar por el garage y por el patio y escuchar los silencios enigmaticos que sin duda guardaban aun los sonidos de ayer. Atreverme a urgar en los cuartos y ver sus "secretos" como el Solideo papal que tenía mi abuela en su ropero, y tantas cosas mas..... Extraño de vez en vez ir a casa de Teté, especialmente los viernes

enseñanzas de mi madre

- Cuando te inviten a comer a una casa, te acabas TODO lo que te sirvan

 

-Di PORFAVOR y GRACIAS

 

-Avisa si vas a salir y avisa cuando llegues

 

-Pon tu apellido materno, o que? no tienes madre?

 

-Persignate antes de salir

 

-Ofrécele el día a Dios

 

-Reza

 

-No te dejes

 

-Te casas una sola vez en la vida, FIJATE con quien te casas

 

-Cásate con alguien que te quiera, lo demás no importa

 

-

perdidas

Odio no encontrar las cosas

como hoy, que el trapito con el que limpio mis lentes ha decidido desparecer. No se donde está, ya lo busque por todos los sitios lógicos y posibles como son la maleta donde estuvo hasta hace poco, abajo de los papeles de mi escritorio, abajo de la cama y atras del sillón.

Estoy apunto de empezar a buscar en los sitios ilógicos.... en el congelador tal vez?, en la caja de herramientas?, dentro de la licuadora? tal vez en e-bay? Y si tal vez en e-bay encuentre un "trapito" igual seguramente o al menos probablemente no será el mio.

 

Pero bueno, al menos el "trapito" famoso no es tan importante en mi vida, puedo vivir sin el y es facilmente reemplazable, sin embargo, lo quiero de vuelta, me pone de malas no saber donde esta. Ya no se a que santo rezarle para que aparezca, por ahí me han dicho rezarle a una santa que no tiene tantos devotos y que por lo mismo es rápida para solucionar este tipo de inconvenientes, pero mi memoria no recuerda el nombre de la Santa.

 

De cualquier manera, hay cosas peores que perder.... mucho peores (excepto el miedo a quedar como un idiota, ese ya lo perdí hace mucho)